«Las transiciones son procesos complejos, propios del contexto de cada país. Conllevan una cuidadosa reconfiguración de la presencia, estrategia y huella de las Naciones Unidas en un país. Y comienzan no solo cuando una misión se acerca a su fin, sino cuando ponen un pie en el suelo las primeras botas. El éxito depende de una colaboración temprana y sostenida entre las misiones sobre el terreno, los gobiernos anfitriones, los equipos de las Naciones Unidas en los países y los socios locales e internacionales, así como de generar confianza con las personas y las comunidades a las que debemos servir».
Secretario general, António Guterres (observaciones del secretario general de la ONU en el Debate Abierto Ministerial del Consejo de Seguridad de 2021 sobre «El mantenimiento de la paz y las transiciones de la ONU»)
Mientras que en Malí se está llevando a cabo la retirada de una misión de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad ha encargado a las operaciones de mantenimiento de la paz, a gran escala, en Sudán del Sur, en la República Democrática del Congo y en la República Centroafricana que inicien o intensifiquen la planificación de la transición.
Si bien las transiciones de las Naciones Unidas recientemente finalizadas, como las de Liberia y Costa de Marfil, tuvieron lugar en entornos marcados por una relativa estabilidad y por traspasos pacíficos del poder, otros procesos de transición también podrían desarrollarse con el telón de fondo de unos acuerdos políticos inacabados, de continuos problemas de seguridad, de lagunas en la protección y de una presencia limitada de instituciones de gobierno y del Estado de derecho en todo el territorio del país anfitrión. En estos escenarios, la transición de una misión de la ONU a una presencia exclusiva de un equipo de las Naciones Unidas (UNCT, por sus siglas en inglés), o de un tipo de misión a otra, es mucho más que una operación administrativa o logística. Se debe considerar más bien como un momento importante en el «proceso continuo de paz» de un país que sale de un conflicto.
Las transiciones de la ONU representan de hecho un «proceso estratégico encaminado a reconfigurar la estrategia, la huella y la capacidad de las Naciones Unidas, de forma que apoye los objetivos de consolidación de la paz y el desarrollo de una paz sostenible y que apoye y refuerce la implicación nacional, informada por el contexto operativo y por las prioridades y necesidades nacionales del estado anfitrión y de su población, y que incluya el compromiso con la comunidad local y con la sociedad civil y, cuando proceda, con las organizaciones regionales y subregionales, y con otras partes interesadas pertinentes, con la participación plena, equitativa y significativa de las mujeres y de la inclusión de los jóvenes y de las personas con discapacidad». (S/RES/2594 (2021)).
Garantizar una planificación y gestión de la transición proactiva, integrada y con visión de futuro es una prioridad clave para la Organización. Por lo tanto, es fundamental que el sistema de las Naciones Unidas y los Estados miembros aceleren e intensifiquen sus esfuerzos colectivos para configurar de una mejor forma las futuras transiciones de las Naciones Unidas. Con el fin de responder a las nuevas dinámicas y a la rápida evolución de los contextos de transición, el sistema de las Naciones Unidas ha desarrollado nuevos enfoques y colaboraciones para garantizar una mayor coherencia operativa y política, anclándolos, al mismo tiempo, en un análisis sensible, a las cuestiones de género y de derechos humanos.
El Proyecto de Transiciones de la ONU
El Proyecto de Transiciones de la ONU tiene como objetivo avanzar en el trabajo de todo el sistema sobre los procesos de transición más proactivos, integrados y orientados al futuro. Este Proyecto se compone de la Oficina de Coordinación del Desarrollo, por el Departamento de Operaciones de Paz, por el Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz y por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Iniciado en 2014, tiene por objeto garantizar que las transiciones de la ONU se traduzcan en un mejor posicionamiento de las Naciones Unidas, y sus socios, para apoyar a los países anfitriones en la transición del conflicto a la paz y al desarrollo sostenible. El Proyecto proporciona apoyo a los países, identifica y comparte lecciones y buenas prácticas y refuerza la coherencia operativa y política en cuestiones relacionadas con las transiciones. Sirve de «ventanilla única» sobre la planificación y gestión de la transición, respondiendo así a la creciente demanda de apoyo a la planificación de la transición. Centraliza las competencias y la experiencia para ofrecer una asistencia integrada a todo el sistema.
El objetivo del Proyecto es garantizar que las transiciones de la ONU den lugar a que las naciones anfitrionas estén mejor equipadas para consolidar los logros en materia de consolidación de la paz. Para ello, este Proyecto ayuda al sistema de las Naciones Unidas a planificar y gestionar las transiciones de forma proactiva, integrada y con visión de futuro. La colaboración con los principales socios nacionales, regionales e internacionales es fundamental para mantener la paz después de la retirada de la misión.