En la próxima década, el mundo puede transformarse por crisis relacionadas con el clima, tecnologías letales y perturbadoras, discordia y polarización políticas y nuevos grupos armados no estatales. Los disturbios civiles podrían surgir en estados actualmente considerados estables. Los conflictos se podrían extender más allá de las fronteras y las guerras se podrían librar en espacios virtuales sin disparar una sola bala.
El proyecto Futuro de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (FOPO) trata de imaginar cómo podrían ser las misiones del futuro. Iniciado en 2020, el FOPO se ha basado en consultas amplias e inclusivas con las partes interesadas de las Naciones Unidas y ajenas a ella, incluidas entrevistas con representantes de los Estados miembros, el mundo académico, la sociedad civil, las organizaciones regionales y los profesionales actuales y anteriores del mantenimiento de la paz, a lo que hay que añadir el encargo de una serie de documentos de reflexión.
Los temas explorados en el proyecto giraron en torno a cuatro grandes áreas: a) el entorno geoestratégico y los procesos políticos, b) el cambiante entorno del conflicto, c) las respuestas internacionales al conflicto y d) los enfoques políticos del mantenimiento de la paz.
Asimismo, los interlocutores del proyecto señalaron algunas tendencias clave que afectan a los conflictos, como:
- competitividad frente a cooperación
- conflictos armados prolongados e internacionalizados
- líneas difusas entre la guerra y la paz
- deterioro de las normas universales
- cambio climático
- desigualdad socioeconómica
Aunque es probable que la polarización geopolítica dificulte el consenso en torno a nuevas misiones de mantenimiento de la paz, el pilar de paz y seguridad de la ONU podría tener que contribuir respondiendo mediante nuevas formas de despliegues flexibles y adaptables, así como de funciones reforzadas de asesoramiento y apoyo temático.
Por otra parte, en respuesta a la erosión del consenso normativo, es posible que la Secretaría tenga que redoblar sus esfuerzos para conseguir apoyo para enfoques de paz unificados y basados en principios, y para afianzar las normas y valores de la ONU con los que se han comprometido todos los Estados miembros.
Es posible que la exclusión socioeconómica y la desigualdad continúen siendo motores de inestabilidad civil y de posibles conflictos; seguramente los puntos fuertes de las operaciones de mantenimiento de la paz deban integrarse más estrechamente en los esfuerzos de apoyo de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Nueva Agenda para la Paz
Desde comienzos de 2023, el proyecto FOPO, sirve como punto de partida para el trabajo del DOP en coordinación con otras entidades de la ONU para desarrollar una iniciativa estratégica en términos más amplios: la Nueva Agenda para la Paz.
Esta agenda, solicitada por el secretario general en su informe Nuestra Agenda Común, tiene como objetivo conseguir
- una mayor comprensión de los factores subyacentes y de los sistemas de influencia que mantienen los conflictos,
- un renovado esfuerzo para acordar respuestas de seguridad colectiva más eficaces, así como un
- conjunto significativo de pasos para gestionar los riesgos emergentes.
Para el DOP, un tema fundamental es garantizar que las operaciones de mantenimiento de la paz del presente y del futuro contribuyan a estos objetivos básicos. Con los mandatos, a menudo, multidimensionales de nuestras misiones y su fuerte presencia sobre el terreno, el mantenimiento de la paz puede ser un vehículo para las actividades y prioridades señaladas dentro del marco estratégico más amplio de la Nueva Agenda para la Paz.
A continuación, dispone de una serie de documentos (en inglés) de reflexión en los que se exponen consideraciones para el futuro:
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