A menudo, el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas actúa en el contexto de conflictos prolongados, sociedades fragmentadas y formas de gobierno e instituciones débiles. Cuando se abordan las causas de los conflictos, el fortalecimiento de los esfuerzos locales por la paz y el fomento de la cohesión social, el personal de mantenimiento de la paz contribuye a la prevención de conflictos y al mantenimiento de la misma.
Las misiones de mantenimiento de la paz cada vez se comprometen más a nivel territorial para comprender mejor los factores que impulsan los conflictos y poder abordarlos. En última instancia, prevenir futuros conflictos implica reforzar las capacidades nacionales y territoriales para abordar las causas fundamentales de los conflictos, como la discriminación, las desigualdades y la marginación, lo que se consigue mediante prácticas inclusivas y participativas que involucren a las mujeres, los jóvenes y los grupos marginados.
Sentarse con representantes de la comunidad para comprender sus agravios y temores puede propiciar el diálogo entre grupos que han estado enfrentados. Este compromiso puede conducir por fin a una resolución pacífica de las controversias.
Trabajar con autoridades del gobierno y otros socios para ayudar a trasladar a los funcionarios públicos a las zonas rurales puede ayudar a elaborar respuestas institucionales a los agravios y fortalecer los mecanismos de resolución pacífica de conflictos.
Reunir a ganaderos y agricultores para debatir cuestiones como la trashumancia, el reparto de recursos, el acceso al agua y los derechos de pastoreo puede disipar las crecientes tensiones. El apoyo financiero de la ONU a través de los Proyectos de Impacto Rápido para perforar pozos de agua y crear clínicas veterinarias también contribuye en gran medida a fomentar la confianza.
Aunque ninguna parte de una Misión de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas puede actuar por sí sola, Asuntos Civiles es el componente de la misión que trabaja a nivel popular, incluso a través de sus Auxiliares de Enlace con la Comunidad, para hacer posibles algunas de estas actividades.
La función de Asuntos Civiles en el mantenimiento de la paz
Los funcionarios de Asuntos Civiles son un componente civil fundamental que ayuda a abordar los factores que desencadenan los conflictos y facilitan las interacciones entre las misiones de mantenimiento de la paz, los socios y las comunidades locales para prevenirlos. La labor de Asuntos Civiles depende del mandato de la misión y de cómo evoluciona la situación sobre el terreno.
Los funcionarios de asuntos civiles llevan a cabo tres actividades fundamentales:
- Involucrar a las comunidades locales y facilitar el trabajo de la misión a nivel local;
- Gestionar los conflictos locales y fomentar la cohesión social; y
- Apoyar la ampliación de la autoridad estatal.
Asuntos Civiles es uno de los componentes civiles más importantes de las operaciones de mantenimiento de la paz. En 2022, se desplegaron 554 funcionarios de Asuntos Civiles en ocho misiones de las Naciones Unidas sobre el terreno, entre ellos muchos Auxiliares Nacionales de Enlace con la Comunidad, que desempeñan una función clave en la alerta temprana y la percepción de la situación de la dinámica del conflicto sobre el terreno.
Dinamización a nivel local
Las interacciones del personal de Asuntos Civiles a nivel local son cruciales para llevar a cabo las tareas previstas en el mandato de la misión y aumentar la credibilidad de la misma. La implicación de la comunidad es un elemento esencial para la implementación eficaz de muchas de las tareas encomendadas, ya se trate de proteger a la población civil de amenazas físicas, mejorar la percepción de la situación, promover procesos políticos inclusivos o abordar las causas de los conflictos locales.
La UNMISS, en Sudán del Sur, y la MINUSCA, en la República Centroafricana, utilizan un enfoque integral de la misión con participación de la comunidad. La MONUSCO, en la República Democrática del Congo, fue la primera en desplegar Auxiliares de Enlace Comunitario para profundizar aún más en las comunidades locales y comprender mejor sus necesidades y preocupaciones en materia de protección, una iniciativa seguida por la MINUSMA en Malí, la MINUSCA, y la UNMISS.
Gestión de conflictos a nivel local
La dinámica de los conflictos locales está profundamente arraigada en los agravios sociales del país anfitrión. Además, son vulnerables a las luchas por el poder político nacional y constituyen un factor desestabilizador para los frágiles procesos de paz. Estas perturbaciones pueden estar provocadas por diferentes factores, como conflictos por la tierra, competencia por los recursos naturales, patrones de migración del ganado o divisiones étnicas o culturales.
Los funcionarios de Asuntos Civiles previenen y mitigan estas perturbaciones apoyando a las comunidades a nivel territorial, creando oportunidades para el diálogo comunitario, las labores de mediación, los acuerdos locales de paz y los procesos de reconciliación que pueden reducir las víctimas civiles y la perturbación de los medios de subsistencia.
Apoyo a la ampliación de la autoridad del Estado
La ampliación de la autoridad del Estado se centra en actividades para garantizar que las instituciones del Estado estén presentes en todo el territorio del país, proporcionando bienes y servicios, y que su autoridad sea percibida como legítima ante la población. Se trata de un ámbito de trabajo en el que las operaciones de mantenimiento de la paz en Malí, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, entre otros, proporcionan apoyo técnico y capacitación a las instituciones estatales. Este apoyo se ofrece sobre todo en el ámbito de la seguridad y el Estado de derecho. Las misiones promueven prácticas de buen gobierno colaborando estrechamente con las autoridades locales, los actores de la sociedad civil y las comunidades locales para favorecer el diálogo y la rendición de cuentas.