Durante siete décadas, más de un millón de hombres y mujeres han prestado servicio en nombre de la bandera de las Naciones Unidas en más de 70 operaciones de mantenimiento de la paz y han tenido una repercusión directa en las vidas de centenares de personas al proteger a los más vulnerables y salvar innumerables vidas. Su servicio y sacrificio -con frecuencia bajo condiciones duras y peligrosas- ha convertido al Casco Azul en un símbolo de esperanza para millones de personas.