Se calcula que en el mundo circulan alrededor de mil millones de este tipo de armas. Ningún Estado está exento al desafío que suponen: criminales y terroristas son grandes usuarios. Estos grupos las obtienen de diversas formas, desde el colapso de algunos de Estados hasta su desvío en la cadena desde la fábrica hasta el usuario final. El titular de la ONU pide al Consejo de Seguridad que aborde con urgencia las raíces de los flujos ilícitos.
5 Feb 2020