La violencia sexual en los conflictos "aterroriza a las poblaciones, destruye vidas y fractura comunidades” [1]
El titular de la ONU destaca que los autores de estos asaltos “rara vez afrontan las consecuencias de sus actos” y que las personas supervivientes son “las que llevan la carga del estigma y el trauma durante toda su vida”. António Guterres pide “mayor determinación política y recursos financieros” para acabar con esta lacra.